Buscaba un poema de Ramón López Velarde, para enlazar en Trampolínk mi artículo de hoy. Se trata de la más poética y sentida comunión espiritual que conozco. Léanla. Pero rebuscándola, me saltaron estos dos versos, que son los mejores que conozco para hablar con el demonio:
Tú no sabes la dicha refinada
que hay en huirte.
Lo que me recordó el cuadro del Ángel de la Guarda que vimos el otro día en la iglesia de San Antonio de Cádiz.
Me gusta especialmente porque reconoce que tenemos un demonio igual que al Ángel, sí, pero no uno a cada lado, que es un resabio gnóstico o maniquea. Lo veo como el cuadro: entre el demonio y uno, el majestuoso guardián.
1 comentario:
Qué dos bellezas, la poesía y el cuadro.
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