martes, 16 de diciembre de 2008

Lectores

Hay casualidades impagables. Mientras que un lector me riñe por teléfono por haber sido muy temerario en un artículo, abro un correo electrónico en el que otro me acusa de timorato por ese mismo artículo. Ambas críticas se compensan y me quedo en medio, tranquilo por una vez.

Se ha convertido en un tópico literario asegurar que conocer a los escritores en persona conlleva una gran decepción. Por supuesto. Pero habría mucho que contar también sobre la impresión que produce conocer a algunos lectores. Aquel que al pedirte una cita te había asegurado que te admiraba muchísimo, cuando llega, en realidad, ha leído tres poemas tuyos en una antología, pero tiene gran interés en que le corrijas su libro inédito, que trae en un grueso sobre, que deposita en tus manos. Otro, en cambio, sí te leyó a fondo y te aprecia mucho, tanto —pondera, abriendo los brazos— como a Antonio Gala.

Me había extrañado mucho siempre que Luis Cernuda, cuando era un poeta consagrado, dedicase un poema a su lector futuro, uno y poeta, en el que ponía todas sus esperanzas; pero cada vez le entiendo mejor y con más melancolía; y eso que yo, sin ser tan consagrado, tuve más suerte y tengo unos pocos lectores estupendos, contando con mi madre y mi mujer. No son demasiados, pero bastan, y me hacen alentar la ilusión de que haya alguno más, silencioso, al otro lado de la página. Muchas gracias.

14 comentarios:

Jesús dijo...

Uno echa el ancla en el lector desconocido. Los escritores han de saber vivir en este desconocimiento, como quien funda su esperanza en lo invisible, aunque bien está que, de cuando en cuando,alguno, levantándose, se haga ver, sobre todo si es de los que uno apetece ver.

Juan Antonio González Romano dijo...

Hay más, Enrique, sin duda. Y los que vendrán en el futuro, para nuestro asombro y el suyo.

carmen dijo...

Los lectores solemos idealizar a los escritores y en justa reciprocidad, los escritores soleis idealizar a los lectores. En ambos bandos hay decepciones. Sin esa idealización mutua la literatura tendría muy poco interés.

José María JURADO dijo...

Hay elogios de lector que son las críticas más duras y críticas de lector que son el más fundado elogio.

Como me parece que le he leído en algún sitio a Iwasaki, la vida literaria es un egosistema.

Y en los egosistems sólo se puede fiar uno, como JRJ, de la familia, de la Sagrada Familia, no la siciliana.

“Madre, Novia: Moguer, Long– Island; Flushing: Naufragué, en tierra, en mar de amor”.(JRJ)

Si te sirve de consuelo, que no creo, y como soy accionista minoritario de Renacimiento :-), yo he leído con mucho gusto y contento, CASA PROPIA.

Y como decían el 1,2,3... hasta aquí puedo leer.

Feliz Navidad

E. G-Máiquez dijo...

Qué extraordinario comentario, Carmen. Se nota que tienes un pie en cada lado: escritora y lectora. ¡Y viva el interés, no siempre defraudado!

Y muchísimas gracias a todos, que por supuesto que me sirve de consuelo, José María.

Manupé dijo...

Ya nos contará que tal más allá de los 40.
Muchas felicidades.

Manupé dijo...

Perdón,Perdón,mil perdones.
Me confundí de pestaña y le mandé la felicitación de cumpleaños a quién no era.
Saludos.

E. G-Máiquez dijo...

Bueno -pensé-, el otro día me vio gordo y hoy me ve mayor. Yo, en todo caso, te agradezco la felicitación.

Pablo Vázquez Pérez dijo...

Hola Enrique
Disculpa el tuteo pero somos de la misma edad y por eso me salto la formalidad.
Te comento que al hilo de lo que hablas sobre los lectores yo antes era propicio a dar críticas destructivas pero actualmente no le veo mucha utilidad, creo que es mejor el diálogo o construir algo con la crítica, casi mejor hacer una reseña.
Todo esto viene a cuento de que leimos en un club de lectura aquí en Málaga hace un par de meses o tres, tu primer poemario "Ardua mediocritas" y aún tengo pendiente comentártelo.

Perdona por el rollo pero aprovecho para animarte a un intercambio entre blogs diferentes que estamos haciendo con la una lista de libros amados y libros aborrecidos, o que no nos gustan tanto. En breve si te parece te lo comento aquí mismo, y si te apetece entrar en ese intercambio de conocimientos.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo me cuento entre tus lectores. Un saludo.
Vicente García

Carlos RM dijo...

Ser lector selectivo es una gran cosa. Yo ya digo nogracias cuando me ofrecen algo que no me interesa: no hay tiempo para todo ni para todos. Pero esta tormenta tuya tan acogedora es pan mío de cada día, como un libro de esos que nunca se van de la mesilla de noche.

E. G-Máiquez dijo...

¡Qué sorpresa, Vicente! Pues sí que eres un lector silencioso. Muchísimas gracias.

Y a CRM, con el que siempre cuento.

Mery dijo...

Qué poco había pensado en ese otro aspecto del lector decepcionante.
Tras la reflexión puedo decir que entiendo lo que sientes, Enrique, aunque yo sólo estoy en un bando, el de los lectores.
Como dice Carmen, la mutua idealización inyecta interés a la literatura.
Un abrazo

Jesús Cotta Lobato dijo...

He estado tentado de escribir como un anónimo, para felicitarte por Casa propia, lo único tuyo que he leído (y un prólogo a Taller de Virutas, de D'Ors). Pero el elogio de un escritor vale tanto como el de un simple lecto. Un abrzo