viernes, 16 de octubre de 2009

Sinécdoque

[Ayer, por la ley de la compensación, mi mañana de IES fue intensamente negra. Sin embargo, voy a recordar aquí sólo lo bueno y, tatatachán, dentro de dos o tres días, con la inestimable colaboración de mi pobre memoria, la fecha del 15 de octubre de 2009 no será una mala noche en una mala posada, sino una sonrisa.]

Ayer, por tanto, estaba por fin en la última clase de la mañana explicando qué es la sinécdoque. En realidad, tocaba explicar la Higiene en el Trabajo, pero como el nombre es una sinécdoque, aprovechaba para dar un rápido repaso de retórica a mis alumnos de FP. Les expliqué muy bien lo de tomar el todo por la parte, y puse los ejemplos de rigor: las famosas cabezas de ganado y ese número n de almas que habitan en una aldea X. Antes de dar un golpe de efecto y descubrirles que cuando llaman pisha a un colega están haciendo una sinécdoque con todas las de la ley, lo cual les suele impresionar —no todos los días descubre uno que habla en retórica—, antes, les invito a poner por su cuenta algunos ejemplos. Como yo ya he gastado el de las cabezas y el de las almas y me reservo el pisha, se quedan en blanco. Pero uno pega un respingo, y levanta la mano y, a la vez, anuncia: “Ya lo tengo, ya lo tengo. ¿Una parte por el todo, no? Pues cuando se dice: ‘¡Qué peazo de camión!’ y se dice peazo pero se habla del camión entero. Y de los grandes”.

4 comentarios:

Luis dijo...

Bueno, por lo menos un alumno atrevido y original...

Verónica dijo...

Pues a ése ponle buena nota. Parece espabilado.

Antonio dijo...

Por lo menos no dijo "una peazo de moto".
Y confieso: a mí la definición de sinécdoque que más me gusta es la de tomar el rábano por las hojas. O por el rabo.

Adaldrida dijo...

ashhhhhhhhh... simpático alumno. Lo de pisha es brutal, nunca se me había ocurrido.