jueves, 15 de abril de 2010

El escritor

Aunque no lo diga en la crítica, también me fastidia que se titule El escritor. La literatura brilla por su ausencia. Si no recuerdo mal, al susodicho nunca le vemos ejerciendo y sólo una vez tachando a vuela pluma dos o tres folios de su predecesor. Del marketing libresco, se ve más, pero es la politica, como en la vida real, la que se come la película. Y como en la vida real, es una pena. La figura del negro tiene fuerza dramática de sobra para atreverse con temas tan apasionantes como los derechos intelectuales, la vanidad del escritor, el orgullo del creador... que ya se explotaron magistralmente en Cyrano de Bergerac.

Por otra parte, estoy sensible con el tema: hace poco me propusieron a mí un negocio (salvando las distancias) similar. Sirvió para ver la importancia de las palabras: "El que trabaja como un negro no puede trabajar de negro", me excusé. Se lo pasé a un amigo menos ocupado, que contestó: "¡Sí, hombre, no trabajo de blanco, voy a trabajar de negro!"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Enrique, ¿a quien se le ocurre tratar de proponerte semejante negocio?. Aunque hubieras nacido de color, seguirias teniendo el alma blanca. Y para aceptar dicho encargo hay que tenerlo/a muy negro/a. Mi admiración.Fátima
P.S. Los "angelitos negros" tenian el alma tambien pintada de negro, pero no el corazón...