No le conocía a mi buen amigo Jaime Arias Hormaechea veleidades poéticas, pero me llega este haiku suyo:
¿Mi mejor sueño?
El que me entra después
de haber comido...
Más allá de la broma, implica una apuesta por la realidad y por los sentidos frente al mundo de las ensoñaciones y las fantasías que produce el satori más clásico. El satori de la siesta, con aliteración incluida. Cierto que tiene un leve acento vasco-andaluz, muy del autor, pero ese humor elemental es muy de Issa también. Y su fondo, mucho de Basho.
ACTUALIZACIÓN
Resulta que el haiku no es de Jaime Arias, a pesar del acento vasco-andaluz, sino que él lo encontró por ahí y lo recita a menudo. Gloria al autor anónimo. Y a Jaime, al que se podría aplicar la idea de Cernuda: "Dostoievski no puede ya decirnos/ Si inventó a Falalei o lo encontró en la vida,/ Si inventó la hermosura o supo verla.// Pero el mérito igual en ambos casos".
2 comentarios:
Cuento las sílabas.
Con los dedos las cuento.
¿Por qué lo hago?
Cuento las sílabas
para que el verso cante
cuando lo leas.
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