jueves, 19 de noviembre de 2015
Todos los padres
Tenía pensado contar otra cosa, pero ha pasado esto. Después de la actuación en el open day del cole, le he dicho a Carmen al oído: "Eras la más guapa". Y ha sonreído, eso sí, y luego ha dicho: "Yo creo que todos los papás les dicen lo mismo a sus hijas". Es la viva estampa de su madre, he pensado. Y he replicado: "Pero yo soy el único que dice la verdad". Y entonces ha puesto una maravillosa cara, mitad cínica, mitad irónica y ha dicho apenas: "¿Sí?"
Ayer, que es lo que quería contar, me acompañó a misa. Como acaba de aprender a calcar monedas con un folio y rayando con el lápiz, se trajo su monedero y los demás utensilios. A la salida estaba Manolo y yo no llevaba suelto. Le propuse darle un euro de sus ahorros y allá que fue y se lo dio. Estuve a punto de decirle que ya se lo repagaría yo, pero callé a tiempo. Mejor dejar que aprenda a ser caritativa sin paliativos. Calló ella también un rato, esperando quizá a ver mis movimientos. Viéndome tan silente, dijo: "Ya me darás tú algo, ¿no?" Y eso me pareció también muy bien porque para poder ser caritativos hay que ganárselo antes, y después.
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