Aprovechando que internet es instantáneo, os mando mi felicitación de Navidad en la misma Nochebuena. ¡Feliz Navidad!
El retrato es del pequeño Nicolás, mi sobrino, y el villancico es mío. Se trata de una figurita para el belén poético que año a año quisiera ir montando. Ahí va:
EL PASTOR FIGURÓN
Era un pastor importante
al que trataban de don;
cabalgaba en una mula
de un negocio a otro mejor.
En el pueblo le decían:
"Buenas tardes tenga usted",
y él sólo se codeaba
con los de Jerusalem.
Pero una noche de invierno
un ángel le señaló
el camino de la estrella,
y le entró la vocación.
"Ya llamadme pastorcillo
y plantadme en el belén
que aunque de barro no corra
miraré siempre hacia Él".
3 comentarios:
Y los perezosos nos acogemos a la instantaneidad de internet para arreglar los estropicios producidos por nuestra pereza.
¡Muy Feliz Navidad!
¡Feliz Navidad, también!
En la ilustración pareciera que aparece el mismísimo pastor figurón. Muy bueno.
Publicar un comentario