domingo, 4 de octubre de 2009

Las imposibles necrológicas

Para votarme por favor aquí [Dios se lo pague]; para leerme mejor allí.

4 comentarios:

ACdR dijo...

Sólo añadiría lo que más me ha impactado en mi primera lectura de José Antonio Muñoz Rojas: la extrema naturalidad de sus poemas, su capacidad para usar el lenguaje coloquial y la audacia de comenzar con un "Rosa, mi corazón, mi latifundio,"... aunque mi preferido es ese que empieza: "Qué hará ese en medio del campo, / escribiendo en medio del campo, / que ha parado su coche / y se ha puesto a escribir."

E. G-Máiquez dijo...

Desde luego, A., pero mira cómo esa naturalidad era muy sobrenatural al menos en el sentido de Valéry, de los primeros versos que dan los dioses. Los espléndidos que citas tan bien son comienzos de poemas.

ACdR dijo...

Sin duda, Enrique, tu artículo se merece todos esos votos y más. Me ha gustado mucho la explicación de cómo MR sigue lo justo tras la inspiración del primer verso, sin querer forzar el poema, con esa (sobre)naturalidad que (sospecho) sólo llega después de mucho trabajo.

Gracias otra vez por dármelo a conocer. Efectivamente, mejor tarde que nunca.

E. G-Máiquez dijo...

Los votos más que merecimiento son limosna, que pedí y agradezco humildemente. Los versos de JAMR son un don. Gracias a ti por leer tan bien. A mí el endacasílabo del corazón y el latifundio, Rosa, también me entusiasma.