domingo, 23 de diciembre de 2012

Una dulce propuesta


Donde me movilizo a favor de los caramelos de goma

6 comentarios:

Ignacio Trujillo dijo...

Totalmente de acuerdo, Enrique. Y lo peor es llegar a casa con las suelas de los zapatos pegajosas, llenas de trozos de caramelos y papeles sucios que no hay quien se los quite. Ojú, como se pone la casa y la dueña de la casa. Yo utilizaré un sistema que le vi a uno el año pasado: pegarse cinta adhesiva de embalar en la suela y despegarsela después.

Retablo de la Vida Antigua dijo...

Apoyo con entusiasmo su propuesta. Yo también he estado, durante años consecutivos, bajo el fuego graneado y la metralla de los pajes. No tengo conocimiento de las razones que les mueven a lanzar su mercancía con mano tan airada. Tengo incluso una estrategia para situarme en ocasionales burladeros para no ser víctima de volteretas y caídas indecorosas.

Saludos y felices Pascuas, don Enrique.

María dijo...

Sí si de goma que además están más ricos. Y que tiren menos, que es un horror tanto como se desperdicia.
La cinta adhesiva funciona, yo la practico también.

Anónimo dijo...

Pa mí que los pajes tienen mala sangre. Podían, como el fuego de mortero, lanzarlos por el segundo sector.
Jilguero.

Gonzalo GY dijo...

Mi adhesión inquebrantable a la plataforma pro goma cabalgateña.

Dolores dijo...

¡Cuánta razón! Yo estuve en la carroza de familias numerosas un año, y tiré (al menos) un caramelo que dio de lleno a una niña encima de su padre, y asistí desde mi altura a la desolación de padres/niña, y me sentí muy mal...casi decido auto-castigarme sin regalos... Espero que solo le hiciera un chichón a la pobre: nunca más he vuelto a lanzar nada... Y entonces tendría unos 12-13 años: tampoco tienes mucha fuerza entonces, no? No quiero ni pensar... :P