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En el jaleo de Madrid ya no había gorriones, o no los vi. Pasaron unas turistas italianas y Leonor me avisó: "Se te van los ojos". "Se van... pero siempre vuelven a ti", contesté yo. [El piropo no le gustó demasiado.]
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Justo antes de despegar, mientras el auxiliar de vuelo hace su demostración con el chaleco salvavidas, encuentro en Radiaciones II (Tusquets, 2005, pág 25) esta precisa frase: Hodie mecum eritis in paradiso. Naturalmente cierro el libro. Escritor hasta la caricatura, me pongo a pensar que sería una lástima, si ocurriese la tragedia, no poder contar que eso fue lo último que leí.
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Impresionante puesta de sol en una estepa de nubes blancas, rosadas, violetas. Me pregunto qué habrían escrito los clásicos con esta visión y me hago el firme propósito de releer por lo menos a Saint-Exupéry. Como Leonor va en la ventanilla y ve que no he abierto el libro ante tamaño espectáculo, me pregunta si quiero cambiarme de sitio. Contesto que no, que prefiero mirarla a ella también disimuladamente. [Esta vez sí le gusta, creo.]
9 comentarios:
Ésta entrada sí que me ha gustado bastante. Gracias :P.
Preciosa entrada, me encanta la imagen de los gorriones dentro de la sala de espera. Veo que huiste de las motos...pero si es un momento precioso de exaltación española, con todas esas banderitas y esa música angelical de motores (perdón por la ironía de las diez menos cinco). Feliz lunes y feliz semana a todos, yo me voy que la lingüística me espera con sus dientes largos (menos mal que llevo 'La generación del 99' de García Martín para entretenerme), ciao a todos.
Fecundo viaje. Enhorabuena (y gracias) por estos apuntes de altos vuelos. La imagen del libro cerrado (rendido) ante el espectáculo desbordante de la naturaleza tiene mucha fuerza. El lector, entonces, prefiere ser espectador: leer el paisaje.
Eso de "esta...sí que" es muy expresivo, Buko.
Me gusta especialmente el párrafo de las italianas.
Es muy bonito que mires disimuladamente a tu mujer. Sólo se mira lo que sorprende -lo nuevo- o lo que se ama. Seguro que le gustó: es la victoria del amor sobre la costumbre.
Lo de las italianas sin embargo no, no está muy fino, ni mirarlas ni el piropo, ese se van pero vuelven: suena casi a lo contrario, a la victoria de la costumbre.
Por añadir una opinión femenina.
Desde luego muy femenina, sí.
¡Genial!
Muy bueno también el apunte de lo último que leíste antes de despegar. ¡Y que vivas para contarlo!
Dice El Rebelde:'imagen de los gorriones'; pero es un hecho estricto: en el aeropuerto de Jerez los pájaros vuelan por el interior, que yo lo vi.
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