jueves, 29 de marzo de 2007

Las nubes desde arriba

Ya nos explicó Ingmar Bergman que jugamos al ajedrez con la muerte. No soy un gran ajedrecista y acabaré -naturalmente- perdiendo, pero entre tanto me gusta echar la partidita y la disfruto. No es a lo único que juego: a veces tengo la sensación de estar revoloteando al badmington con mi ángel. O si no, cómo se explica que anteayer no más yo preguntase qué habría hecho un poeta clásico con las nubes vistas desde el avión y que ayer me contestara el destino con este poema de un estricto contemporáneo, Gabriel Insausti (1969). Para que aprenda:
........................PAPÁ HA VUELTO DE VIAJE
--------------------------(Puente aéreo)

¿Que cómo es una nube?
-----------------------------¿Es, sí, paloma,
espuma de afeitar, piel de borrego,
iceberg a la deriva, porcelana,
ubre de leche tibia?
-------------------------¿No está hecha
de harina, de visón, de sal, de nieve,
de nácar, de alabastro?
-----------------------------¿O es azúcar de feria,
clara batida, almohadón de pluma,
pastel de nata, requesón, hogaza,
recorte de papel, borrón de tiza
sobre el desierto azul del encerado?

¿Es el vaho de un buey? ¿Polvo de talco?
¿Buñuelo de vapor? ¿Vela sin quilla?
¿Algodón limpio? ¿Oveja que no bala?
¿Gasa en el aire suspendida? ¿Cisne?
¿Cal derramada, engrudo, yeso, miga,
cuenco de arroz, pañuelo?
---------------------------------Yo, que he visto
de cerca su blancura, os digo ahora
que es cierto, que es así, que es todo esto
y que dentro de ella se palpan, esbozadas
por la mano de un Dios benévolo y travieso
-rostros, países, islas, animales-
las formas que soñamos a su paso.


La inteligencia de Insausti se muestra en la estrategia. Para envolver la lluvia de metáforas e imágenes, que corre el peligro de lo blando y lo tópico, sitúa el poema en una conversación con sus hijos pequeños a la vuelta de un viaje. Al poema se le permite así una suave ternura naïve que viene ni que pintada para las nubes. Y yo aprendo (dura lección) que no hacía falta ser un clásico para describir ese espectáculo actual.
Punto para mi ángel.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Un clásico siempre las hubiera descrito desde una perspectiva de contrapicado. Gracias al avión, que se fastidien los clásicos, ¿o no hay más poesía que descubrir el secreto de las nubes desde dentro o, mejor, desde arriba?

Adaldrida dijo...

Qué bueno!!! Gracias por el poema.

Ángel Ruiz dijo...

A mi me gustan también las nubes por dentro (homenaje a Trapiello).

Anónimo dijo...

Preciosa entrada Enrique.Siempre me han gustado las nubes y con este poema regalado mucho más.No sabía que jugabas al badmington con tu ángel,voy a tener que ser más crédulo con el tema de los ángeles .Por cierto ¿Son dogma de fé?(Perdona mi ignorancia al respecto ,pero es que yo sólo recurro a los ángeles para encontrar aparcamiento.Sé que tienen voluntad y entendimiento perfectos ,pero poco más ...

Corina Dávalos dijo...

Muy bonito poema, y tienes razón, si no lo hubiera enmarcado en la conversación con un niño, el poema habría perdido frescura. Como a Lord Scutum, el poema me ha subido el grado de atracción natural que ya ejercían sobre mí las nubes. Gracias!

Claudio dijo...

que bueno, que bueno,... ¡que bueno! Copio el poema y el autor, ¡ya! Merci et re-merci.

Anónimo dijo...

genial...y a mi me encantó 'Destiempo' es libro de cabecera...y me encanta la imagen del vaho del buey es bueynisima (bien después de esto no escribiré en dos semanas, pero lo dejo por serme fiel) abrazos

E. G-Máiquez dijo...

Lo del bueynísimo está buey. Lo malo, lo que tenemos que arreglar ya es lo de la rebeldía. Siendo tan joven y leyendo a Insausti y sin ser ministro o director general, no te pega nada, hombre.