martes, 10 de junio de 2008

Un verso de Mario Míguez

Qué delicia fue siempre la obediencia.
[El cazador, Pre-Textos, Valencia, 2008, p. 47]

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un fantástico poeta. Su nuevo poemario así lo atestigua.

Salud y un abrazo,

Tlön

Anónimo dijo...

¿Y qué me decís del último de Vicente Gallego? Ese es el libro de un maestro verdadero.