viernes, 29 de mayo de 2009
El paraíso es hacer el paraíso
He recogido la frase en Los confines. Andrés Trapiello es muy trabajador y, por eso, sabe de sobra de lo que habla su personaje Clau: "Eso es lo extraño. Nadie diría que en un paraíso siempre está todo por hacer, y hacerlo no causa impaciencia ni inquietud. Al contrario, cada cosa que se hace es placentera; el paraíso es hacerlas. El infierno es lo opuesto, no tener nada que hacer". Se trata del trabajo gustoso de JRJ, pero más allá. Yo lo escojo, a partir de ahora, como lema hermosísimo de mis afanes: "El paraíso es hacer el paraíso". Y regalárselo a los demás. ("Las puertas de la felicidad abren hacia fuera", nos recordaba Kierkegaard.)
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16 comentarios:
Siempre he pensado que el cielo era una gran piscina repleta de la bebida de mis sueños. ¡Qué buena forma de hacer!
Aunque también he comentado que el infierno es estar sentado en una silla de forma permanente, y sin poder utilizar los sentidos.
Se acerca la segunda definición.
Un abrazo Enrique.
Preciosa verdad, verdadera preciosidad.
Ahora ya no podemos vivir en los pronombres, como quería Salinas, así que, para que sea un buen lema debería quitarse el 'lo', que la gente va a pensar mal (o quizá es que yo soy un malpensado).
Es mejor o dejar toda la frase de Trapiello, con todo el contexto, o buscar una alternativa:
¿Qué tal 'El paraíso: el trabajo gustoso'.
Tus prevenciones son justas, Ángel. Mi lema pretende recordarme que "el paraíso consiste en hacer el paraíso, conquistarlo, regalárselo a los demás". Para que funcionase como motto, lo abrevié así. Pero no importa que funcione sólo a medias (lo importante es hacerlo) y, desde luego, lo natural es que el lema de la casa, el mote del escudo sea una nube vaga comparada con la frase de Trapiello.
Releo la entrada y, efectivamente, después del comentario de Ángel (o gracias a su advertencia) veo que "el paraíso es hacerlo" no funciona. Alargo un poco el título. Cierto: no hay quien viva ya en los pronombres.
¡Qué bueno! La frase, y ARP con sus prevenciones... yo he llegado a la segunda versión y no entendía nada... "El paraíso es hacerlo" jajajaj. De esas frases tontas yo tengo un ramillete, para algo tengo un lirio en la mano...
Muy animante Enrique, gracias por los recordatorios, ¡me encanta Kierkegaard!
Ya no queda que mejorar querido Enrique, ahora queda mejor.
¡Macanudo! [Que según el DRAE: adj. coloq. Am. Bueno, magnífico, extraordinario, excelente, en sentido material y moral]. Me encantó.
Hola Enrique!
Me da a mí que soy un negado con esto de la informática, porque ayer te puse un comentario increíblemente largo, y no aparece...
Resumiré; me llamo Pablo Blanco, y nos conocimos el año pasado en la entrega de premios del certamen de poesía de la Universidad de Navarra. El caso es que tenía que hacer un trabajo sobre recursos fónicos para una asignatura que se llama Gramática Textual (estudio tercero de filología hispánica y comunicación audiovisual), y el profesor me recomendó tus columnas de opinión para que buscara allí aliteraciones, rimas, paronomasias y calambures (tal cual). Después de pasar más de tres horas leyendo textos tuyos (poesía y blog incluídos) acabé al borde de un derrame cerebral pero bastante contento. Expuse el trabajo en clase y, si mis cálculos no fallan, salió bastante bien, así que te pongo estas líneas para agradecerte la ayuda indirecta que me has prestado y que tengas un estilo tan ágil y agradable, pues de lo contrario habría muerto irremisiblemente.
Ahora que lo pienso igual sí que te llegó mi comentario, y quizá no lo publicaste porque parece una carta más que otra cosa... con lo que sea te pido disculpas por mi pesadez, y que sepas que estás invitado a husmear en mi blog siempre que quieras.
Un abrazo muy fuerte,
Pablo Blanco
La verdad, Ángel ha estado muy precavido contra los malpensantes (y malpensantas), que son legión: ahora ha quedado estupendo. En el contenido ya lo estaba; ahora también lo está en la forma.
Ay, los blogs, qué serían sin los comentarios...
Muchas gracias, Javier. El blog es un paraíso para el escritor: escribir siendo leído y corregido. Los comentarios, cómo comenta Glez. Romano, qué regalo.
Y sí, Pablo, me llegó ayer tu mensaje, pero lo tomé como una carta personal, que te agradecí un montón. Siento mucho haberte dado trabajo. Y sólo espero que te pongan muy buena nota.
El aspirante a escritor debe escribir en su escudo una sola palabra: soledad.
Enrique: una de las mejores entradas, si no la mejor, que veo en tu blog en mucho, mucho tiempo.
Henry James: como dice el Cabanillas, para ciertas cosas en la vida siempre está uno solo.
Y también es cierto que quizá, siendo razonables e hijos de vecino, sea más importante ser aspirante a hombre bueno, y a hombre feliz, que a escritor. Parecen unas metas mucho más completas, al menos, aunque no significa que sean incompatibles. Pero tal vez, si haya que elegir...
Siempre me ha gustado más un paraíso activo que pasivo. Si se pudiera elegir preferiría el primero. Eso sí, sin el sudor de mi frente.
Menos mal que has quitado el "lo", porque el final te habría quedado algo así:
El paraiso es hacerlo y regalárselo a los demás.
No quiero ni pensar"lo".
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