martes, 27 de marzo de 2007

Un gesto

Un gesto mágico: alargar el índice, posarlo sobre el minutero del reloj de la cocina y con un grácil giro de muñeca dar una vuelta de 360º. Una hora de tu vida, tatachán, ha desaparecido.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué hermoso, dicho así.

Unos la llaman "una hora de sueño" y otros "una hora de sueños" y otros "una hora de vida" y otros "una hora menos" y otros "una hora robada" y otros...

Claudio dijo...

Hermoso, sin duda.

Hanna Arendt:Sin el hombre no habría ningún tiempo [...]el hombre es el presente en el que se separan el pasado y el futuro. [...] El espacio intermedio, el "entre" que surge en el espacio abierto entre pasado y futuro, se actualiza en el pensamiento. Pasado y futuro serían invisibles sin el pensamiento (Diario filosófico, 1950-1973, noviembre 1969, cuaderno XXVI, cit por F. Bárcena, H. Arendt una teoría de la natalidad)

Se nos va de las manos. ¡Cómo sentimos la pérdida!

Juan Ignacio dijo...

Qué admirable esa capacidad de preguntarse por el tiempo en situaciones como esta. Ojalá todos tuviéramos o nunca perdiéramos esa capacidad. Esa actitud contemplativa que ante el gesto en apariencia más mundano nos hace preguntar qué es, por qué es, etc.

Y si las respuestas van por el lado de la poesía, qué bien, porque ella es una de las mejores formas de responderse esas preguntas sin fin.

(Y si se publican en un blog como este, cuánto mejor, porque el resto podemos disfrutar de esas "respuestas").

Anónimo dijo...

Hora de luz le llamo yo, los colores aparecen más vivos y te entra una alegría en el cuerpo,planeas más cosas y paseas con más ganas, mirando los árboles y plantas de los parque.

Anónimo dijo...

Algo parecido sucede cada vez que viajo a la Península: una hora queda suspendida en el aire y debo regresar a las Islas para cazarla al vuelo. No deja de ser mágico. ¿Sabes que López Aguilar pretende acabar con lo de «una hora menos en Canarias»?