martes, 22 de julio de 2014

Salióme tan çierto


Hoy hace un soneto de años —contad si son catorce— que nos casamos. El día de la Magdalena. Y tenía previsto llorar aquí al menos el estropicio de la Thermomix, que ocurrió hace dos días. Fue un regalo de boda, justamente, y muy especial, porque nos lo hizo mi abuela materna, a sugerencia, por supuesto, de mi madre, que qué sabía mi abuela de thermomixes. Ninguna de ellas está ya aquí. Como parece que la boda fue ayer, se me han abierto las heridas. La Thermomix, qué cosas, ha funcionado como un correlato objetivo, que explicaba T. S. Eliot. 

Quizá por esa preparación previa, esta mañana, en el desayuno, al hablar de nuestros catorce años, me ha entrado una tristeza honda del tiempo que se nos ha escapado entre los dedos, tanta felicidad ya por detrás. Tan poquísimo elegíaco como soy, nunca había sentido nada parecido en ningún cumpleaños, jamás, con lo que tal vez pueda afirmar que quiero a Leonor más que a mi vida, si no es pasarme. Y con eso puede que compense esta maravillosa canción tradicional que leí el otro día, tan antirromántica, o, mejor dicho, tan prerrománica, y tan ajustada, sin embargo, a mi experiencia. Vaya la una por lo otro:


El bien que elegí 
salióme tan çierto 
que amor está muerto 
de envidia de mí. 



6 comentarios:

Ignacio Trujillo dijo...

Felicidades a los dos.
Y no es pasarse, qué va. Así debiera ser siempre. Un abrazo.

Kris Kelvin dijo...

Enhorabuena por esos catorce años de felicidad.Yo no tengo tan claro que el tiempo se nos escape. En ocasiones, me da la impresión de que esto es un instante con distintos decorados.

Por cierto, compartimos fecha de aniversario.

Un saludo

E. G-Máiquez dijo...

Muchas gracias a los dos, y muchas felicidades a KK. Gran fecha.

Anónimo dijo...

El tiempo no se nos escapa: nos escapamos nosotros. Pero es posible disfrutarlo al paso, y de veras. Felicidades, oigan, que va por ambos.

Unknown dijo...

El día de tu santo no pude felicitarte. Y eso que sabiendo que sólo es costumbre mediterránea, hago todo lo que puedo para que la globalización no acabe con ella.
Enhorabuena por esos años estupendos. 14 es signo de plenitud en el mundo hebreo.
Y en cuanto a la termomix, la nuestra que es igual, también ha sucumbido casi, sólo funciona el 12, aunque al menos sirve para hacer gazpacho. Eso sí, nos ha durado 22 años!

Ana de Ory dijo...

Yo también comparto fecha: ayer hice 25. Enhorabuena a todos los que eligieron tan bonita fecha. Da suerte.