Salimos de paseo. "¿Dónde vamos?", nos
preguntamos. Los buenos de la familia, Leonor y Enrique, callan. Yo prefiero la
playa. Carmen, La Carpita, que es el club social. Le digo: "Dame tus
razones, a ver si me convences". Se queda callada un segundo, pensando. Y
luego, muy democrática, tirando de falsas encuentas, dice: "Quique también
quiere ir a La Carpita". O tempora,
o mores, su razón es la mayoría, me espanto.
En La Carpita, varias amigas de Leonor se piden a Carmen de
nuera. A mí me da un poco de vértigo tanta precipitación y no termino de verlo
claro. Pero luego, en misa, hay un niño desconocido blandiendo una espada.
"Hay algo noble en todas las espadas", me recito y eso que no sabía lo que venía a continuación.
Carmen empieza a quitarse el chaleco y Leonor se lo prohibe, casi gritando
(estamos en la puerta del fondo, fuera). El niño de la espada se acerca, ceremonioso, y se
ofrece a Leonor: "Si no obedece, yo tengo aquí algo", y
alza la espada. Carmen, vivamente impresionada, se deja abotonar el chaleco. Y
yo me sorprendo pensando en el yerno ideal.
8 comentarios:
Estas entradas me parecen delicias de lo cotidiano.
Estas entradas tuyas, dando cuenta de las cosas familiares, son delicias de lo cotidiano.
Hombre, lo de sumarse, espada en mano, a la parte más poderosa, no me parece a mí muy caballeresco. Más bien me recuerda a aquello de Gila, que contaba que iba por la calle y vio a tres que daban una paliza a otro, y se dice ¿me meto, no me meto? Al final se metió, y "vaya paliza que le dimos entre los cuatro". Yo tendría algunos reparillos como posible futuro yerno, la verdad.
Gracias dobles a R. P. y no por la duplicación involuntaria, sino por lo que se agradecen. Hoy leía a Canetti esto: "Di tus cosas personales, dilas, es lo único que importa, las generales están en el periódico". La coincidencia me ha alegrado.
Y cómo me he reído con la aportación de Rober, tan casi incontestable. Muy bien traído lo de Gila. Y para los reparos con los posibles yernos, todos son pocos. La única duda es que Carmen fuese la parte más débil. ¡Hay que verla gritar! La espada nos pareció un refuerzo muy necesario, la verdad.
jeje, ¡fantástica!
Buenísimo!!
Considero que el elogio, Ignacio, viene de un experto. Gracias.
Y no olvido Uuq, que el tuyo es Enriquito, del que tengo que contar alguna cosa próximamente.
Sí, pero carmen gana puntos con las últimas entradas "Do babeo", además de que mi hermana pequeña también es Carmen.
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