domingo, 28 de octubre de 2012

Que no nos metan presión


No estoy por la labor de que me señalen a los que no recaudan IVA para el Gobierno como mis enemigos mortales. A mis enemigos los escojo yo, o me escogen a mí, pero sin intermediarios (que se quedan con la pasta.)




Con todo, en la cena de anoche con unos amigos, comprobé que mis tesis son todo menos indiscutibles.  

[La errata del título no es mía, como se demuestra luego en el texto. El corrector de Joly la tiene especialmente tomada con mis títulos. Antes era sólo con mis puntos y aparte.]



2 comentarios:

pedrete dijo...

Rerproduzco aquí el comentario que acabo de dejar en el foro de la noticia; no es la primera vez que hago alguno y luego no se publica.

"Acabar con el fraude fiscal no es proceder "contra el prójimo", sino a favor de la justicia. Pero es importante señalar algo que aquí, a mi parecer, se pasa por alto: el verdadero fraude fiscal, el que habría que perseguir antes que nada y por todos los medios, no es el de la economía sumergida, sino el de las grandes fortunas, la casta de los privilegiados y los paraísos fiscales. Y de eso, de perseguir ese fraude, veo yo muy poquitas ganas. ¿Será porque quienes tendrían que hacerlo forman también parte de esa casta?"

Anónimo dijo...

El dilema moral es análogo al del estudiante que copia o que se vale de radiorreceptores para bordar un examen. No es justo lo que hace, pero repugna la denuncia; al menos cuando la chuleta es un simple recordatorio de los asuntos que hay que desarrollar.
Jilguero.