sábado, 4 de mayo de 2013

El haijin


Nadie dirá 
que escribí demasiado... 
¡y escribí todo!

5 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Creo que no hace falta decir que no es un haiku autobiográfico, ni mucho menos, ay.

gatoflauta dijo...

No entiendo lo del "ay". Haberlo escrito "todo" (si eso fuera posible, que desde luego no lo es) me parecería a mí una situación bien triste. Por fortuna, sólo podemos (en el mejor de los casos) dar indicios, que otros completarán, corregirán o desmentirán. Y los primeros, nuestros propios lectores..., o nosotros mismos. Eso tiene la vida. Que no creo yo que sea, esencialmente al menos, contradictoria, sino sólo (y nada menos) mucho más rica que nuestra pobre lógica.

E. G-Máiquez dijo...

Totalmente de acuerdo en la imposibilidad de escribirlo todo, aunque sí de sugerir la totalidad, para que, como dices, la complete el lector.

Mi "ay" venía porque nadie dirá a estas alturas no escribí demasiado, ay.

gatoflauta dijo...

No creo que ninguno de los lectores de EGM piense que ha escrito demasiado; la prueba, que tampoco creo que ninguno de ellos desee que dejara de escribir. Yo al menos no, desde luego. Es verdad que quienes escribimos tenemos inevitablemente (o casi; hay quien está, en este sentido, perfectamente satisfecho de sí mismo. Así les va) la sensación, con el tiempo, de que muchas cosas que escribimos podríamos habérnoslas ahorrado. Pero es un error: a escribir se aprende escribiendo (cómo, si no). Y sin esos errores, o esas cosas menos logradas, no sería posible llegar a escribir las otras, las que nos resistiríamos a que desaparecieran. Siga pues EGM escribiendo, y piense que, gracias a eso, mejora día a día, y se acerca más con ello a esa meta de escribir algo que no merezca ser borrado. Es cierto que esa meta retrocede delante de nosotros según avanzamos, o sea, que nuestras exigencias son mayores cada vez, y la insatisfacción, por tanto, no desaparece. Pero eso es parte de la gracia del juego.

E. G-Máiquez dijo...

Gracias, las que yo le doy.