lunes, 23 de enero de 2012

La vida es sueño



Últimamente la siesta se me escabulle. Y yo soy (¿era?) muy partidario. No llegaba a lo de Mario Quintana y su pereza permanente como método de trabajo, pero mi siesta sí la considera una herramienta laboral. Por suerte, he encontrado una solución. Me digo a las 15: 30, con mucho convencimiento: "Ahora empiezo mi siesta", y lo que sigo haciendo me hago el cuerpo de lo que voy soñando. No estoy muy seguro aún si con esta técnica descanso igual, pero no tengo dudas de que la calidad de mis sueños ha mejorado. Sueño en color, sin bordes difuminados, a varias voces y sin surrealismos. Lo siento por el psicoanálisis, pero en sueños he salido ganando.

4 comentarios:

Adaldrida dijo...

Ya... como yo cuando hacía mi tesis, que trabajaba once horas diarias pero con mentalidad de "dolce far niente"... Te entiendo muy bien.

El padre de mi amigo Lord Scutum cuando se iba a la siesta, le decía a su mujer: "me voy a hablar con Dios". Y elpropio Lord Scutum le llama a la siesta "el Yoga andaluz"

cessione del quinto dijo...

Nunca he sido una persona de siesta, me levantaba siempre peor de lo que me habìa acostado, ademàs nunca he sabido desconectar. Hago siesta solo en fin de semana.
Pero admiro a los que consiguen hacerla, es envidia poco sana la mìs. Un abrazo y enhorabuena por el blog.

Sara M.

Cristina Brackelmanns dijo...

La vida es sueño... y los sueños vida son.
Y sin monstruos, sin ascensores que se descuelgan, sin trenes que se escapan, sin verse en cueros en medio de la calle... Todo normalito y corrientito, menudo chollo.
Visto así, sí que es salir ganado.

E. G-Máiquez dijo...

"Me voy a hacer yoga", diré a partir de ahora.

Yo también me levanto de mal humor, pero me compensa aún.

Y eso es, CB. Con lectoras como tú, qué fácil es explicarse. Un sueño.