miércoles, 22 de mayo de 2013
Pscht
Esos profesores que hablan en voz alta en la biblioteca, esos profesores.
*
Los alumnos que se ríen, de golpe, y salen atropelladamente para seguir riéndose, ¿no saben que fuera del silencio venerable de la biblioteca eso (lo que sea) dejará de tener gracia? (Nueva teoría del umbral.)
*
La concentración intelectual embellece (ya lo he dicho, pero no me canso.)
*
Twitter da mucho juego en una biblioteca, aunque las melenas son un clásico.
*
Miro por encima del hombro a los de dibujo técnico: unos tiran más por el dibujo, otros por el técnico.
*
El susurro subraya lo subyugante de lo sugerido.
*
Vasos comunicantes: yo leo por gusto y se lo contagiaría un poco si ellos me dejan algo de su ansia (a pocas horas del examen) por retenerlo todo.
*
El adolescente que hombrea subiendo la voz.
*
Educados en el egocentrismo, incluso los más estudiosos, cuando se marchan, se ponen a hablar en voz alta, como si ya nadie estuviese concentrado, porque ellos han terminado. Me gustaría explicarles detenidamente la errónea cosmovisión que subyace, pero sólo puedo decir: "¡Pscht!"
*
Quien habla en la silenciosa biblioteca interrumpe decenas de conversaciones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Hablar en algunos recintos, como la biblioteca, es interrumpir una conversación
Jilguero.
Eso sí que es un aforismo. Aprovechando la confianza o, mejor dicho, la consanguinidad, me lo apropio (vía donación) y lo subo al texto.
Si es usted tan amable, explique lo de la cosmovisión. Si lo prefiere, puede citar a tres autores. Muchas gracias de antemano.
Publicar un comentario