domingo, 23 de abril de 2006

Algo he madurado

Leo en un blog, que me enlaza, esta apreciación crítica de mi obra: "Enrique García-Máiquez, autor de pequeñas joyas literarias, sobre todo en el campo del haiku." Y, a pesar de que la vanidad de un poeta no tiene fondo, la crítica me halaga. ¿Qué importa si pequeñas cuando joyas, sobre todo si puede que el muchacho tenga razón? ¿Y por qué no va a valer que algún haiku mío me justifique? ¿No sería suficiente?

Y en medio de todo este razonamiento alrededor de mi ombligo caigo en el recuerdo de que, una vez, en la universidad, me comentaron que tal persona había dicho que yo era "un diamante en bruto", y aquello me sentó fatal, porque, por lo visto, entonces yo me consideraba muy pulido. Qué bruto.

11 comentarios:

Jesús Beades dijo...

"¿Y no se te ha ocurrido escribir una novela?",típica pregunta que escucha un poeta de vez en cuando. Porque a mucha gente lo de escribir le parece presitigioso -algunos novelistas salen en la tele, y algunos son ricos-,pero lo de la poesía les suena como si dijéramos "me dedico profesionalmente a hacer torres de Pisa con palillos de dientes".

Una respuesta intermedia, que más o menos tranquilizaría al auditorio, es que también escribimos relatos. Y ganas no me faltan, sobre todo leyendo a Carver, y a Tabucchi. Todo llegará. Pero seguro que al final son poemas en prosa, eso sí, de contrabando.

-Di amante, en bruto.

Anónimo dijo...

Sin afán de prolongar demasiado la conversación sobre el haiku, estoy de acuerdo con Enrique en que esa composición no es comparable con la seguidilla. Pero también pienso, con el bueno de Fernando, que es un poco extraña a la tradición española. Si hablamos del predominio de la imagen, no puedo evitar pensar en el conceptismo o en las greguerías (después de todo fue Tablada, coetáneo de Ramón, el primero en intentar el haiku; por cierto que los de Tablada son muy "gregueros": los aficionados pueden ver cómo Joaquín Antonio Peñalosa parafrasea el haiku de Tablada sobre el pavo real en "Un pequeño inmenso amor", y Miguel d'Ors lo considera en el prólogo una muestra de greguería). Después de todo, no soy un entendido, pero creo que el haiku tiene unas normas de composición muy estrictas: requiere tres sustantivos, alguna expresión que denote paso del tiempo, etc. Además, en todo caso, a mí me da igual la consideración del haiku si puedo disfrutar, como hago a menudo, de los escritos por Tablada, Enrique y d'Ors. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Amigo, mío. En estos dos días en que he estado ausente de tu querido cuaderno he pensado mucho sobre lo del haiku-soleá: las solehaikus, como le gusta decir a Juan Luís de Soria, o haikillas. Tanto que mi querida novia empieza a cansarse (ella no me lo ha dicho pero cuando saco el tema lo noto en su mirada)
He hablado del asunto con Chieko y con mi amigo J.J. (no Cabanillas sino otro J.J.) y me he estudiado algunas cosillas: el Kanji, el
roma(n)ji, Basho, Juan Ramón, Borges y don Antonio... pero he decidido no seguir con las teorizaciones para asumir una premisa: no entiendo los haikus en castellano, no me llegan. Quizás por miopía lírica. Sin embargo os dejo una muestra de 3 haiquillas que he traducido del portugués: son de un poeta de Almada, mi compañero opositor Luis Estéves. Espero que les guste, seguro que todo (ex)opositor las comprenderá:

Oposiciones.
Cae en la biblioteca
qué triste tarde.

Futuro incierto:
en un folio la ley
junto a unos versos.

Pasó la tarde,
la noche te examina:
poco estudiaste.


Un abrazo a todos los haijines y a los no tanto. Vivan los diamantes en bruto y la pequeñas joyas!

E. G-Máiquez dijo...

Coloquios como éste son el rompimiento de gloria al que, con el optimismo que me caracteriza, se refiere el subtítulo de "Rayos y Truenos". Subrayo aciertos:

a- Lo del contrabando lírico de los poetas que novelan es muy bueno, Beades.

b-Álvaro Villalobos no querrá, pero al sacar el temible tema de las greguerías y los haikus nos mete en un berenjenal. Delicioso, si es un poético berenjenal. Continuará...

c-Y finalmente el culpable do Vale, traduce unos haikus [sólo el último es una haikilla] que rebaten sus propios reparos. A propósito si tu Almada tuviera unos cuantos más (seis o siete más) a lo mejor le interesaba publicar un cuaderno en la colección "Haiku" de Abel Feu, traducidos por ti. Estos tres se lo merecen, creo.

Gracias a tós...

Anónimo dijo...

A mí no me interesaba el haiku ni poco ni mucho, pero entre todos me estáis metiendo ganas. Claro que no sé de qué me extraño, porque desde que os conozco habéis conseguido, amigos, que me guste el jazz, Eloy Sánchez Rosillo, Joaquín Sabina, Chesterton y los endecasílabos, que me lo hicieron pasar muy mal en primero de carrera, por no saber dónde poner los malditos acentos. Cómo cambia(n los amigos) la vida...

Anónimo dijo...

"Cambia la vida.
Y en el cambio te encuentras
con Adaldrida.

Qué mas quisiera
mil cambios como este
cuando me muera."

Anónimo dijo...

Llir entre cards, ten cuidado
con las malas compañías,
que ninguna te convenza
de que es muy bueno Sabina.

De sus canciones, alguna
entre muchas, todavía;
pero sus sonetos, Llir,
son peor que Luis García

Montero, que ya es decir.

Anónimo dijo...

gracias por todo, fermosos cavalleros...

Jesús Beades dijo...

Salgo en defensa de las canciones de Sabina: valen un Potosí. Y no unas pocas, sino muchas. Tiene momentos geniales el muy cínico personaje. Momentos humanos.

E. G-Máiquez dijo...

Hablaremos (y mucho, si queréis) de Sabina. Prometo entrada propia.

Anónimo dijo...

Señores, lo mío es dar la nota
no lo puedo remediar
al cantante de la jota
habríanlo de colgar




Jota de Joaquín, de Jaen, y de Jilipollas (total, si JRJ podía escribir "intelijencia", ¿por qué yo no "jilipollas"). Que conste que en ningún momento oso compararme con JRJ, pero es que me venía muy bien para lo de la jota.

Algún día relatare aquí mi experiencia (personal) con el individuo Sabina. Fue hace muchos años, en un país muy lejano.