viernes, 14 de abril de 2006

Los Oficios

En la iglesia de los jesuitas, en el Puerto de Santa María, los Oficios de Semana Santa son los momentos litúrgicos más hermosos del año. En ellos, se añora mucho lo que no hemos conocido: un ritual rico y cuidado, trascendente, que nos habría hecho, seguramente, mucho más piadosos (y también menos bárbaros). Bueno, algún vislumbre hay en estos días, la música, por ejemplo, que es espléndida. Y el pueblo fiel está a tono:, pues abunda la gente elegante, devotamente vestida de luto riguroso.

Una Semana Santa invitamos al Puerto a nuestras primas más posh, las Fernández de Córdoba, y, al asistir a los Oficios, se amoscaron un poco (y así estaban aún más monas) por que no les habíamos avisado de la estricta etiqueta: no traían ropa negra o morada, y se sintieron —quizá por primera vez— un poco fuera de lugar. Repitieron otros años, y ya siempre se vistieron para los Oficios de los jesuitas de un luto impecable. Ellas, a partir de entonces, contribuían al esplendor, sin duda.

Hace unos años, pasó una anécdota que se me ha quedado grabada como ejemplo de lo difícil que es mirar lo que tenemos delante de los ojos. La hermosa iglesia de los jesuitas, con su gran retablo de estilo barroco de ida y vuelta (indiano), que tanto gustaría a ARP, estaba, como siempre para los Oficios, llena a rebosar. Los jóvenes asistíamos de pie, o porque habíamos ido dejando nuestro sitio a las señoras, o porque directamente habíamos llegado un poco tarde. Las chicas recién morenas de los primeros días de playa, o mejor, rosadas, radiantes, y, casi todas, supongo que aquel año también mis primas, muy bien vestidas de negro y blanco; nosotros, repeinados y devotos. Y justo en ese momento, el sacerdote, en la homilía, empezó a quejarse amargamente de que las iglesias están vacías y que la juventud se aleja de la religión. —“Un poco más vacía ya podría estar”, me entraron ganas de decir, “y tal vez hasta nos sentábamos…”

[Desde entonces siempre tengo la sospecha de cualquier pesimismo es un problema de miopía.]

3 comentarios:

Jesús Beades dijo...

¿Quien es "ARP"

He mirado un poco su blog.

E. G-Máiquez dijo...

No lo conozco personalmente, pero es alguien de un exquisito gusto (alabó un poema mío) y, bromas aparte, su blog (o cuaderno) es ejemplar. Buena prosa y buenas cosas.

aldara san lorenzo dijo...

...No hay perdices- Solía decir el tío Estanis lleno de pesadumbre-
"No hay perdices" recordabas mientras la muchacha de turno abría las contraventanas del cuarto en el que te habían puesto, asustando de muerte a las que habían anidado hasta en el tejado de la casa....