domingo, 23 de abril de 2006

El barbero del rey de Suecia (II)

Hace ya varios días que prometí esta serie de barbería, pero no me había atrevido con ningún libro aún. Aprovechando que he repasado algunos de cantes flamencos para la entrada metapoética de ayer, se me ha ocurrido ofreceros, Majestad, un libro de Juan Peña, titulado Letras flamencas.

Lo primero que hay que decir de este libro es que al estar editado por La Veleta es, en su misma librocidad, una delicia. Fijaros como será, que no me hace falta el asesoramiento experto de Abel Feu, para saber que es una joya de edición. En portada, el título hace la curva de una guitarra, y en la primera página interior hay un gran punto negro que recuerda el agujero de la guitarra de una manera que parece que va a salir música en cualquier momento.

Y sale, porque las letras de Juan Peña son muy buenas. Al pobre Juan Peña le han echado por encima la sombra de Javier Salvago, como a otros la de Miguel d'Ors, para empequeñecerlo. Él, sin embargo, va a lo suyo, como tiene que ser, y escribe cosas magníficas que no hay quien ensombrezca, si se lee bien. Al ofreceros esta selección, me temo que habrán concurrido, además de los rígidos criterios de calidad, los indefinidos caprichos de mi gusto. Eso pasa siempre, pero cuando, como aquí, hay mucho que elegir, pasa más.

En cualquier caso, Majestad, puede usted adquirir una idea muy aproximada de lo que es este poemario, si escucha atentamente y medita estas siete coplas flamencas:

Yo nunca me compadezco,
que si soy un desgracio
será que me lo merezco.

*

Cositas del matrimonio:
yo sé bien que tú te alegras
cada vez que me equivoco.*

*
Toítas las noches sueño
con que te llevo al altar,
con que vengo del trabajo
y te quito el delantal.
*

Tendrás la cabeza
como las espigas
conforme más llena
más triste y caía.

*

Por mucho que nos queramos,
en esta casa tan chica
vamos a acabar mu hartos.

*

Me gustaría tener
poquita imaginación
que estoy siempre imaginando
que me pasa lo peor.


* Creo yo que para entender el quid de esta copla, hay que estar casado. Los solteros que esperen y ya verán la gracia que les hace en unos años.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta la sección y la selección, sólo temo algún sobresalto con la SGAE, que saca dinero de debajo de las piedras.A seguir y dieguir...

E. G-Máiquez dijo...

A mí también me gusta la sección, pero no había pensado en la SGAE... Yo que me había hecho la ilusión de acabar en la cárcel por decir la verdad o por defender a España o a la Religión, mira que si me meten allí por antologar a Juan Peña.

Jesús Beades dijo...

No hace falta estar casado para entender la copla de Juan Peña. Tiene su gracia, y su tragedia.

Anónimo dijo...

"Estoy mirando tu cuerpo.
Sé que algo significa
pero olvidé el alfabeto".

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Despacito y buena letra,
te enseñaré mi alfabeto
hasta que al final me entiendas.